CRESIENTE
Lo que requerimos trabajar en nosotros mismos, se construye desde nuestro pensamiento, esa sensación que debe acompañar nuestra intención, debe cuidarse en cada aspecto, color, forma, vibración, y adicionalmente debe conectarse con un espíritu general que hace parte un objeto mayor. CRESCIENTE fue un maravilloso reto pictórico, que sostuviera la relación con su casa matriz, en armonía y complementariedad pero con su propia personalidad, que pudiesen trabajarse con escenarios compartidos sin perder identidad.